lunes, 24 de agosto de 2009
Nocturna
Subió el largo cierre de las botas y contempló su figura en el pedazo de espejo que aún pendía de la pared. Se puso unas gotas de perfume, se persignó, abrió la puerta y se entregó a la noche. Sus pisadas resonaron seguras a mitad de la calle. Nadie podría haber dicho que moría de miedo.
Flora Isela Chacón
Finalista del Concurso Internacional de Microficción Garzón Céspedes 2007
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Eso mismo me sucede.
ResponderEliminarRealmente me gusto mucho tu blog.
Tienes un blog muy interesante, con tu permiso te enlazo.
ResponderEliminarGracias por tu paso por el mío y tu comentario.
La seguridad, no implica que no tengamos miedo..
Un abrazo
Me pierdo, de una forma fantastica cada que vengo a leerte...
ResponderEliminarCuando tomamos un cafe??
Besos
Hola Flora!
ResponderEliminarExcelente cuento.
Muchas felicidades por el logro, por haber llegado a la final.
Me recordó la experiencia de mi "Kid Patético"
Saludos
Un gusto leerte. Felicidades por el reconocimiento. Recibe un saludo de letras fugaces desde esta otra frontera.
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