¡Feliz año nuevo! Gritó en medio de la sala. Nadie le contestó. Afuera aún se escuchaban los cuetes y la cocina todavía olía a ponche. Se sentó en silencio a ver cómo su familia se abrazaba con escasa alegría y prendía una veladora nueva frente a su retrato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario