Me acostumbré
a pisarte la sombra
y amanecer de noche por ti
a contarte los pasos
y a perderme en la luz
que tus ojos me niegan
me acostumbré
a contener el aliento
y a no suspirar diciendo tu nombre
a no ser nada ni nadie
y a aparecer
sólo por el arte de tu magia
me acostumbré
a tu aroma en la ausencia
a ser tuya sin ti
a dar sin esperar
y esperar dándote todo
una mirada menos
y poco a poco
también a olvidarte
me acostumbraré
.
Vaya, maldita costumbre...
ResponderEliminarHago como que olvido nada mas, pero aun no me acostumbro a su ausencia...
Tierno, tibio..... Lindo.
ResponderEliminarmuy bueno, calido, tierno
ResponderEliminarHermoso mensaje. Metáforas...,a veces increíbles. Un poema que aún sin firma, se sabe a quien pertenece. No, no me acostumbro ni me acostumbraré
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