envolverte en la red de mis ojos
para que no puedas escapar,
taparte con mis manos de bruma
y en una noche silente
hacerte mío bajo la media luz de la luna,
hacerte mío sin importar
si ya no eres tú dueño de ti…
Tu nombre… se oye tan lejano,
tan ansiado, tan oculto…
y a la vez tan cercano,
tan odiado, tan a flor de piel…
Tu nombre… se dice despacito,
tan en secreto, tan exquisito,
y a la vez lo grito a medias
con los ojos llenos de ti…
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