lunes, 13 de abril de 2009
La prisión
¡No puedes salir del jardín
donde mi amor te aprisiona!
Presa estas en mi.
Aunque rompas el vaso, seguirás inmóvil
la comuna perfecta del agua,
aunque no quieras, siempre lucirás
esa corona invisible
que lleva toda mujer que a un poeta amo
Y aunque ya no creas en estas mentiras
cuando borrado el rostro de nuestra pena,
ni tú misma encuentres tus ojos bellísimos
en la mascara que te preparan los años,
a la hora en que regatees en los mercados,
los jóvenes venados vendrán a tu recuerdo a beber agua.
Porque puede una mujer
rehusar el rocío escondido del más grande amor,
pero no puede salir del jardín
donde el amor la encierra.
¿Me oyes?
No puedes huir.
Aunque cruces volando los años,
No puedes huir;
Yo soy las alas con que huyes de mí…
Manuel Scorza
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