sábado, 13 de agosto de 2011

Pero nada dices...


Foto: Flora Chacón
Cuánto más avanza la noche más se van terminando las palabras, los sentires, los pretextos para nombrarte, sólo un espacio en las hojas al viento para escribirte…

Qué absurdo esto de pensarte y soñar que tú me piensas también, y adivinar qué se siente cuando me recuerdas mirándote así, perdida en tus ojos pequeños de mirada insondable…

Lagunas rosas que se abren al embrujo de tu voz diciendo nada, que me atrapan como una criatura que no tiene ilusión ni futuro, ni tampoco mucha habilidad para escribir algo que no sea tan cursi…

A esta hora en que la luna tampoco se asoma, surgen las voces extrañas que me dicen, que me exigen que deje de usarte como personaje de mis textos, porque la vida es corta y puede ser más aburrida si no has de estar cerca de mí…

Y tú sabes que todo es para ti, y te reconoces en cada una de las notas y crees leer tu nombre entre líneas, pero nada dices para que no se acabe la magia, para que siga avanzando solitaria la noche…





jueves, 4 de agosto de 2011

Ni cómo decirte…

Ni cómo negarte que algo hay acá muy adentro, que algo se mueve sin que por ello quiera salir, ahí se queda aunque no pueda negarlo ni mucho menos dejarlo libre…

Ni cómo decir que no eres tú, sueño prohibido, corriente eléctrica, temblor matutino, no se niega lo que es ni lo que mueve aunque nunca pueda ser…

Ni conociéndome tantito podrías saber todo lo que mueves por dentro, todas las ansías que se prenden a ti tan sólo con decir hola, con saber que te vas, con creer que ahí estás…

Ni cómo decirle al viento que sople también para acá, que traiga tu risa y toda la posibilidad, que inunde la noche de esa esencia tuya que sólo aparece después de las diez…

Ni cómo inventar una novela nueva donde sólo fueras tú, sin nada más, que iniciara en tu mirada y terminara en un abrazo, cercano, intenso, final…

Ni cómo acelerarle la muerte a esto que está dormido, en su justo lugar, de donde no pueda escapar para hacer maldades, donde sólo yo lo sienta y quizá entiendas no como algo posible, sino inevitable…

Ni cómo prometerte mesura o discreción, fuera de las manos el sentimiento fluye, te rodea, te toca el hombro aunque tú no lo quieras, aunque jamás salga de mí…
.

Chihuahua en video