miércoles, 5 de diciembre de 2012

Facelook



Unas cuatro o cinco veces voy a tu muro cada hora, para espiar tu biografía, tu estado y hasta tus amigos. De vez en cuando te etiqueto en publicaciones que te dicen todo, y luego las borro para que no quede huella, que no que no. Aunque si tienes activadas las notificaciones por correo, seguramente ya sabes que una noche de agosto no pude más y fui a tu muro para llorar mi soledad, mientras cantaba entre hipo y tos aquella rola que una vez posteé en mi muro y dice que "y tanto que antes te había perseguido hasta el mismo fin del mundo...".

De vez en cuando también te escribo notas, que dicen tu nombre entre líneas, aunque nada te digan, porque nada te mueve ni los Me gusta, ni que cambie mi foto de perfil cada mañana, buscando la pose que te haga venir un día y decirme hola, me gusta tu estado y quiero compartir.

Unas dos o tres veces a la semana cambio mi estado, para ver si soltera te atrae, viuda te parece interesante o casada te provoca aunque sea tantitos celos; aunque casi siempre lo dejo en "es complicado".

Otras dos veces acepto cada aplicación que me envían y juego cada novedad que descubro, para ver si un día de estos el retador eres tú, y entonces pueda chatear contigo de tonterías que pasan sólo en el feis, del tipo "ya llegaste a ese nivel?", "mándame energía", "ya viste el muro de fulanita?", cosas así.

Más de cien posts he dedicado a ti y tú ni tus luces, o las apagas y te vas con cuidado, o de plano hay una ceguera en ti, que de todos modos no me aleja, si la red es lenta pero segura, tan social como irónicamente solitaria.

Sólo una vez lo diré de nuevo, aquí estoy, a un clik de ti, a un inicio o una foto de perfil, y si todo te parece locura, nada más look en mi face la desesperación porque no te dejas feisbuquear; en la face nada hay qué ocultar, así que sé mi amigo ahora o te bloqueo para siempre...

miércoles, 1 de agosto de 2012

Y tú jamás vendrás




Aquí vengo en esas noches cuando no consigo dejarte fuera, lluvia en la ventana y tú llegas en un acorde cualquiera, pero ya sin tu voz.
Aquí están estas manos que jamás te tocaron ni lo harán por siempre, y en las uñas se esconden tantas ansías por tenerte aunque fuera una vez.
Aquí yacen las letras, las canciones, las fantasías, ya no van más a tu puerta, la cerraste.
Y yo me quedé esperando, una sola palabra, una sola señal, para recordarte ahí, en ese lugar donde nunca estuviste, en esas noches en que jamás vendrás.

lunes, 16 de julio de 2012

Carrusel





Nunca fui el mejor amante. Llegaba, las tomaba y adiós.
Las veía desfilar como en un carrusel.
Un día subía a un tigre, luego a un león, ahora en un elefante vuelo.
Quién sabe qué pasó. Ella fue diferente. Llegó en su propio caballo y me arrastró.
Nunca fui buen amigo, pero con ella hasta eso aprendí. La feria entonces me devoró.
La apuesta fue a todo por su mirada clara. El carrusel ya no me dejó bajar.

viernes, 29 de junio de 2012

Desde el mar...






Del mar llega tu recuerdo, como aquellos años cuando venías a la orilla, me dabas la mano y ya era otra vida. Todo lo cambiabas. Yo era toda para ti. Ahora las olas devuelven la luz de la luna, y sé que en cada huella, en cada sonido del mar, ahí estarás otra vez, cambiándolo todo, como aquellos años cuando sonaba tu voz.

domingo, 13 de mayo de 2012

Sodoma - Chihuahua




Y de todo el universo me tocó vivir en Chihuahua, la zona con el mayor numero de crímenes en el mundo entero. Aquí es difícil no creer en la suerte, porque todos los días jugamos a la ruleta con una bala en el barril (Bueno... con muchas balas en los cargadores de armas que van de lo artesanal, hasta las más sofisticadas). Soy un tipo con suerte, porque hoy las balas de la ruleta no fueron para mí, ni para los míos.

Hoy en el semáforo mientras esperaba el verde, levantaron a un pobre tipo que iba en el auto de enseguida. Hoy no llegué al bar de costumbre porque no encontré lugar para estacionar mi auto. Luego me enteré que ejecutaron a veinticinco personas en ese mismo bar al poco rato de que pasé por ahí. Hoy compré la leche en el supermercado, no en el Oxxo de por la casa y por lo mismo me libré de ver como mataban al encargado en un asalto.

Sodoma. Chihuahua. Aquí la vida nos da por el culo diariamente, aquí desaparecen hombres y mujeres todos los días, aquí donde perdí a mi carnalita Suchaca (Susana Chávez) victima de feminicidio. Aquí unos sicarios ejecutaron de cuatrocientos tiros a mi amigo Wilberth Ponce de León por no pagar la cuota. Aquí mismo asesinaron impunemente a Marisela en las puertas del palacio de gobierno y nuestras autoridades nuevamente nos dieron por culo y no detuvieron a nadie, pero se ensañaron con los manifestantes indignados y le dan una tremenda golpiza a mi compita Gero Fong antes de arrestarlo.

La ruleta está girando y afortunadamente todavía no me toca. Hoy la fortuna está conmigo y sobreviví a lo cotidiano. Hoy mis hijos duermen en sus camas y le doy gracias a Dios, pero a veces la noche suena “traca matraca pum pum”…   Mañana me enteraré por las noticias.

Ricardo E. Anzaldúa

martes, 1 de mayo de 2012

Tu silencio...

La intención de rodearte y hablarte de cerca, para que tú sepas lo que no puedo decirte en esas noches que nos amamos, cuando todo camina tan rápido, cuando no tenemos tiempo siquiera apenas para besarnos y en un abrazo largo fundirnos lentamente al amparo de la cómplice noche.

El deseo de decirte te quiero, la emoción de sentirlo adentro, más allá de la piel, por encima de los deseos que todo lo confunden, que todo lo descomponen y todo lo convierten en prisa, en premura, en aspavientos por hacerte mía y hacerlo rápido, para que no se acabe la magia, para que no se vaya el tiempo y me deje sin ti.

La emoción por encontrarte de cerca de día, bajo el sol, por admirar tus ojos viéndome disponible y pendiente de ti, sin pensar a esa hora en otros pendientes que no sean los que cuelgan de tus orejas y te dan ese aire de inocencia que tanto me atrajo de ti.

El abrazo lento de hallarte cercana, atenta, cuando por tus ojos se resbala un brillo hasta tu sonrisa, donde reposan esas palabras que tantas noches has callado…

jueves, 15 de marzo de 2012

Así como yo



Dios me libre de ser catrina. Con esos zorros negros aprisionando el cuello, y esta sensación de que en cualquier momento han de cobrar vida. Las telas finas que no dejan moverse en paz porque se arrugan a la menor provocación. Los grandes aretes llenos de piedras colgando hasta el pecho, haciendo más largos mis pobres lóbulos; y el tacón del quince elevándome al cielo para hacerme crecer. Dios me libre de esos bolsones llenos de cosas inútiles, tirando de mi mano cada vez que busco algo y nada hay. El perfume dulzón y toda la caja de pinturas en el rostro para parecer distinta y distante. Dios me libre de esas caras de deprecio, fingiendo la sonrisa y haciendo mil muecas, aguantando a otras insoportables que no son catrinas, así como yo.

jueves, 23 de febrero de 2012

Sí, pero...



Esa era la segunda vez que platicaba con él en persona, luego de mandarnos mails durante dos años. Me invitó a ir a un lugar solos los dos y yo le iba a decir que por quién me tomaba, pero me dio pena que pensara que era una mocha y le dije que sí.

Toda la tarde se la pasó viendo el futbol y tomándose las cervezas que pensé eran para desvanecer los miedos y suavizar el trámite; yo le iba a reclamar que si para eso me había invitado, pero me dio pena que pensara que era una urgida y mejor esperé.

Lo malo de lo que siguió no fue que hubiera funeral en lugar de entierro, como luego dicen, sino que él se acabó la noche tratando de revivir a su muerto nombrando a Pamela Anderson en lugar de comenzar de cero; yo le iba a ayudar, pero lo vi muy entretenido con sus imágenes y mejor me hice la dormida mientras pensaba en Johnny Deep. Al fin las películas porno y los masajitos dieron su resultado y de pronto lo vi preparándose por tercera vez.

“Ahora sí” me dijo, como si esas fueran sus palabras mágicas. Yo le iba a decir que ni madres, que ahora yo era la que estaba más fría que nada, pero me dio lástima por todo el esfuerzo que había hecho y no me quedó más remedio que cooperar.

Hace dos días me lo encontré de nuevo y con gran emoción, no sé por qué, recordó la noche de nuestro “encuentro”, y me invitó a repetirlo. Yo le iba a decir que sí, para que no pensara que me había hecho sentir mal, pero me dio mucho coraje ver que ni siquiera sentía un poquito de arrepentimiento, y mejor lo mandé a la chingada.
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Chihuahua en video